El Salario Mínimo Interprofesional —SMI— es uno de los pilares del sistema laboral en España. Su revisión anual implica cambios relevantes tanto para trabajadores como para empresas. Además de marcar el mínimo legal que debe percibir cualquier empleado por cuenta ajena, también es un importante termómetro social y económico.
En este artículo repasamos qué es el salario mínimo interprofesional, cuánto ha subido en 2025, si se expresa en términos brutos o netos, y cuáles son las previsiones futuras. Si te preguntas cuánto es el salario mínimo interprofesional en 2025 en España, aquí tienes toda la información actualizada, clara y estructurada.
¿Cuál es el salario mínimo interprofesional en 2025?
La subida del salario mínimo interprofesional en 2025 en España se ha convertido en una de las decisiones laborales más esperadas del año. Esta medida, que afecta a millones de personas, tiene un impacto directo en los ingresos de los trabajadores y en los costes laborales de las empresas.
Importe mensual y anual del SMI
Según lo establecido por el Gobierno a comienzos de 2025, el salario mínimo interprofesional se sitúa en:
- 1.134 euros brutos al mes en 14 pagas
- 15.876 euros brutos anuales
Esto supone una subida del 5% respecto al año 2024, cuando el salario mínimo era de 1.080 euros mensuales —15.120 euros al año—. En el caso de que el salario se perciba en 12 mensualidades, la cifra sería de aproximadamente 1.323 euros brutos al mes.
Este aumento responde al objetivo del Ejecutivo de avanzar hacia un modelo más justo, en el que el salario mínimo alcance el 60% del salario medio en España, tal y como recomienda la Carta Social Europea.
En cifras prácticas, esto supone que un trabajador que en 2024 percibía 1.080 euros mensuales ahora recibe 54 euros más cada mes. En términos anuales, la diferencia es de 756 euros brutos.
¿Es bruto o neto el salario mínimo interprofesional?
Una duda muy frecuente es si el salario mínimo que se publica es bruto o neto. La respuesta es clara: el salario mínimo interprofesional es siempre una cantidad bruta.
Esto significa que del importe indicado hay que descontar las cotizaciones a la Seguridad Social y, en algunos casos, también la retención del IRPF. Estos descuentos varían según las circunstancias personales del trabajador: si tiene hijos a cargo, si está casado, si tiene alguna discapacidad, etc. Por ejemplo, un trabajador sin hijos y soltero, cobrando el salario mínimo, suele recibir un salario neto mensual que ronda entre 950 y 1.050 euros, dependiendo de las condiciones mencionadas.
Por tanto, es importante no confundir el salario bruto —lo que se pacta y se registra en el contrato— con el salario neto —lo que efectivamente se cobra—. El SMI publicado en el BOE siempre se refiere al salario bruto.
¿Cuánto subirá el salario mínimo interprofesional en 2025?
La subida del salario mínimo interprofesional en 2025 ha sido objeto de negociación entre el Gobierno, los sindicatos y las asociaciones empresariales. La cifra final aprobada refleja un punto medio entre las posiciones de unos y otros, con la vista puesta tanto en el poder adquisitivo de los trabajadores como en la viabilidad económica de las empresas.
Previsiones del Gobierno y agentes sociales
El Gobierno de España había manifestado su intención de continuar incrementando el SMI de forma progresiva, como ya ha venido haciendo desde 2019. El objetivo es alcanzar, antes del fin de la legislatura, el 60% del salario medio en España. Este es un compromiso que se alinea con las recomendaciones de la Unión Europea para combatir la pobreza laboral. En las mesas de negociación, los sindicatos —CCOO y UGT— defendían una subida más ambiciosa, del orden del 8%, para compensar el encarecimiento del coste de la vida y garantizar condiciones dignas a los trabajadores más vulnerables.
Por su parte, la patronal —CEOE y CEPYME— pidió prudencia, alegando que muchas pequeñas y medianas empresas no pueden absorber subidas elevadas sin poner en riesgo el empleo o la viabilidad del negocio. Finalmente, se optó por una subida del 5%, lo que se considera un equilibrio entre las dos posiciones: suficiente para mejorar los salarios más bajos, pero sin generar una presión excesiva sobre los costes empresariales.
Factores que influyen en la subida del SMI
La decisión sobre cuánto sube el SMI cada año no es arbitraria. El Gobierno tiene en cuenta varios factores económicos, laborales y sociales a la hora de proponer una cifra concreta:
- Inflación —IPC—: Uno de los elementos más importantes. Si los precios suben, mantener el mismo salario equivale a perder poder adquisitivo.
- Salario medio nacional: El objetivo es que el SMI represente un porcentaje significativo del salario medio, lo cual se asocia con una mejor distribución de la riqueza.
- Productividad del trabajo: Si la productividad aumenta, se considera que también debe aumentar la compensación de los trabajadores.
- Situación económica general: Crecimiento del PIB, desempleo, coyuntura internacional…
- Situación del empleo: Niveles de paro, contratación temporal, precariedad…
- Comparación con otros países europeos: España se encuentra todavía por debajo de las principales economías del entorno europeo en cuanto a salario mínimo.
Estos factores ayudan a determinar una subida equilibrada, que sirva tanto para proteger a los trabajadores como para sostener el tejido empresarial.
¿Qué es el salario mínimo interprofesional?
El salario mínimo interprofesional —SMI— es la cantidad retributiva mínima que, por ley, debe recibir cualquier trabajador en España sin importar el sexo; edad o tipo de contrato. Cada año, el Gobierno acuerda un mínimo que tiene como objetivo garantizar el umbral básico de ingresos para cubrir las necesidades esenciales del trabajador.
El SMI establece el mínimo legal que debe cobrar un trabajador por jornada completa —expresado en bruto— antes de aplicar impuestos y cotizaciones. Hay que tener en cuenta que el SMI no incluye complementos —como antigüedad, peligrosidad…—, horas extraordinarias, dietas o plus de transporte pero si solo cobras el SMI, sí se incluyen las pagas extra —no importa si es de forma separada o prorrateada—.
Esto puede calcularse de tres formas:
- De forma diaria, usado en contratos de días o trabajos esporádicos.
- De forma mensual, que es el más habitual para trabajadores con contrato indefinido o temporal a jornada completa.
- De forma anual, que incluye las dos pagas extraordinarias obligatorias establecidas por la ley.
Existen personas que cobran 12 en vez de 14 pagas, lo cual significa que tienes las pagas extra prorrateadas —incluidas en las 12 mensualidades—. Esto se traduce en una nómina más alta, pero este sueldo incluirá lo que corresponde a las pagas extra. En el caso de las personas con media jornada, se calcula la mitad del SMI. Esto es aplicable también a cualquier horario que no sea jornada completa. Si por ejemplo trabajas 6 horas, se aplicará el SMI correspondiente a las 6 horas.
Origen y objetivos del SMI
El salario mínimo interprofesional en España se introdujo formalmente en 1963, aunque ha ido evolucionando y adaptándose al contexto económico y social. Su función principal es garantizar un ingreso mínimo digno a los trabajadores, de modo que ningún empleo pueda pagarse por debajo de un umbral establecido por ley.
Este mecanismo cumple con varias finalidades clave:
- Proteger a los trabajadores con menor poder de negociación.
- Reducir la pobreza laboral, que afecta a personas con empleo pero con ingresos insuficientes.
- Asegurar un nivel de vida básico y fomentar el consumo interno.
- Prevenir la competencia desleal entre empresas, basada en reducir los salarios por debajo de lo justo.
Desde el punto de vista económico y social, el salario mínimo interprofesional es un instrumento redistributivo, que mejora la equidad y puede tener efectos positivos sobre la productividad y la estabilidad social.
¿A quién afecta el salario mínimo interprofesional?
El SMI afecta de forma directa a todos aquellos trabajadores cuyos salarios están por debajo de esa cuantía mínima o muy cerca de ella. En general, se trata de:
- Trabajadores sin convenio colectivo que establezca salarios superiores.
- Empleados a jornada parcial, en cuyo caso el salario se prorratea.
- Personas trabajadoras en sectores como la hostelería, la limpieza, la agricultura, el servicio doméstico o el comercio minorista, donde hay una mayor concentración de sueldos bajos.
También influye de forma indirecta en otros muchos ámbitos:
- Prestaciones sociales, ya que muchas ayudas o subsidios toman como referencia el SMI.
- Negociaciones de convenios colectivos, porque ningún salario pactado puede estar por debajo del mínimo legal.
- Procesos judiciales en los que se determina la indemnización por despido, ya que el salario base es un factor clave en el cálculo.
Por tanto, aunque no todos los trabajadores cobran el SMI, todos están influenciados por él, ya que actúa como base de referencia en muchos aspectos laborales.
¿Estás preparado para mejorar tus condiciones laborales?
El salario mínimo interprofesional en 2025 en España ha vuelto a subir, y con ello se refuerza el compromiso con la mejora de la calidad del empleo. Aunque la subida puede parecer modesta, es un paso más en la dirección correcta: salarios más justos, mayor protección para los colectivos más vulnerables y un sistema más equilibrado.
Sin embargo, el salario no es el único factor que determina la calidad de un empleo. Encontrar un entorno laboral donde se valore tu talento, se respete tu tiempo y se te ofrezcan oportunidades reales de desarrollo profesional, es igual de importante.
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